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     El manejo adecuado de la sinonimia provee los elementos necesarios para  evitar la repetición de palabras innecesarias, lo cual permite una expresión escrita y oral fluidas e inclusive  elegantes. Es un valioso recurso que conviene manejarlo con relativa facilidad, habida cuenta de lo abundosa en sinónimos que es la lengua española. Una de las maneras de lograrlo es leer con regularidad para familiarizarse con las palabras y enriquecer el vocabulario.

     Los diccionarios de sinónimos son un valioso recurso; pero se debe tener presente que la sinonimia de las lenguas no es perfecta, lo cual significa que aun cuando sean sinónimos, muchos vocablos no podrán usarse en el mismo contexto. Los diccionarios solo publican la lista de palabras de igual significado, mas no los casos en los que deban usarse. ¡Ojo con eso!

     Es conveniente y provechoso conocer de manera regular el significado de muchas palabras; pero es indispensable saber el contexto de uso. Una muestra de la imperfección de la sinonimia la constituyen palabras como “casa y hogar”, “comenzar e iniciar”, “alimentario y alimenticio”, que tienen entre ellas un parentesco muy cercano; pero no deberán usarse en el mismo contexto. Casa se refiere a lo físico; en tanto que hogar es lo humano, lo afectivo, lo familiar.  

     Los verbos comenzar e iniciar pudieran ser considerados “hermanos gemelos”, que de hecho lo son; pero no se construyen de la misma manera. Las cosas comienzan; pero no inician, y he allí el meollo del uso inadecuado del segundo de los nombrados. Por tanto, lo digo una vez más, es incorrecto decir, por ejemplo: “Mañana inicia la captación del contingente militar de 2024”; “Inició con buen pie la nueva temporada de la Futve”; “La ceremonia inició dos horas después”, etc.

          Sobre los mencionados verbos he escrito muchas veces, y me complace saber que a la luz de la insistencia con mis recomendaciones, ha habido una notable mejoría, pues muchos redactores han entendido que las cosas no inician; se inician, aunque aún quedan algunos que ignoran que ambos verbos no podrán usarse indistintamente.

     En cuanto a alimentario y alimenticio, es indispensable saber que  alimentario alude a la forma y al medio mediante el cual se logra lo que alimenta, es decir, lo alimenticio. Por tal razón, lo correcto es “bono alimentario”, “política alimentaria”, etc.

     Si los comunicadores sociales y educadores se persuadieran de la importancia de su rol ante la sociedad, habría menos fallas en cuanto a lo lingüístico y gramatical. Conozco educadores jubilados, que escriben “ermano”, “aser” y “cosina”, en lugar de hermano, hacer y cocina. No es difícil calificar la calidad de la enseñanza que impartieron. ¡Ah, pero si alguien les hace observación sobre esas formas impropias, alegan que andaban apurados (as) o simplemente le echan la culpa al teléfono!

     También conozco periodistas que escriben de una manera tan enrevesada, que solo por adivinación podrá entenderse lo que quisieron expresar. No usan comas ni tilde; en su redacción utilizan las palabras y expresiones de siempre; pero aseguran que saben escribir y no tienen errores ortográficos.

     Son los mismos que en sus crónicas abusan de palabras como caos, colapso y dantesco. Para ellos todo problema es un caos, es dantesco, es un “colapso total”. En cuanto al vocablo caos, desde el punto de vista gramatical está bien utilizado; lo cuestionable es el uso repetitivo y exagerado en cuanto a su significado.

     En relación con dantesco, lo usan quizás porque les parece expresivo,  extraño, elegante o porque alguna vez lo oyeron y ahora no desperdician oportunidad de usarlo, aunque no se adecúe al contexto. Quienes hayan leído La Divina Comedia, podrán conocerlo y afirmar que de elegante no tiene nada. De “colapso total”, les confieso que ignoro si hay uno que no lo sea (total).

     Eso sucede porque no se han preocupado por enriquecer su vocabulario. Si lo hicieran no tendrían un léxico pobre, limitado, plagado de situaciones viciadas, impropio de alguien que por el rol que desempeña ante la sociedad, está obligado a manejar con facilidad y aun con elegancia el lenguaje que emplea.

     Para los que en otros países no están familiarizados con la realidad deportiva de Venezuela, es prudente decirles que Futve es un acrónimo con el que se nombra el “sistema de ligas interconectadas, organizadas por las Federación Venezolana de Futbol”. ¡Y no hay más por hoy!