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A pesar de los desafíos de financiamiento y combustible, el sector primario muestra una notable recuperación, aspirando a la autosuficiencia alimentaria.

La Federación de Asociaciones de Productores Agrícolas de Venezuela (Fedeagro) ha revelado un alentador informe sobre la recuperación de la producción agrícola en el país, que ahora logra cubrir el 63% del consumo nacional. Este incremento representa un salto considerable desde el crítico 23% registrado en 2019, marcando un hito importante en la búsqueda de la soberanía alimentaria.

Osman Quero, presidente de Fedeagro, destacó en sus declaraciones que la producción ha experimentado un repunte significativo, con cultivos clave como el maíz, el arroz y la caña de azúcar mostrando una notable recuperación. «Hemos logrado un avance sustancial que nos acerca a cubrir una mayor parte de nuestra demanda interna», afirmó Quero, subrayando el potencial del país para alcanzar el 100% de su consumo.

Sin embargo, a pesar de estos avances, el sector agrícola enfrenta obstáculos persistentes que amenazan con frenar su impulso. El principal desafío radica en la severa falta de financiamiento para los productores, lo que dificulta la adquisición de insumos esenciales, especialmente el gasoil. Quero ilustró la magnitud del problema al señalar que la siembra de 100 hectáreas requiere aproximadamente 12.000 litros de gasoil, con un costo estimado de 9.000 dólares, una inversión inalcanzable para muchos.

Ante esta situación, Fedeagro ha propuesto una medida urgente al gobierno: una reducción de 20 puntos en el encaje legal para impulsar el financiamiento del sector primario. Esta iniciativa busca liberar recursos que permitan a los productores acceder a créditos y así sortear las barreras económicas que impiden la expansión total de la producción.

La recuperación del campo venezolano, impulsada por el esfuerzo de los agricultores y el respaldo de gremios como Fedeagro, es un paso fundamental hacia la estabilidad económica y la seguridad alimentaria del país, aunque el camino hacia la plena autosuficiencia aún requiere de políticas que garanticen el acceso a los recursos necesarios para el sector.