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El Banco Central de Venezuela (BCV) ha intensificado su intervención cambiaria, inyectando al sistema bancario un total de 460 millones de dólares en lo que va de julio, consolidando así el mayor monto mensual en lo que va de 2025. La cifra, a la espera de al menos una operación más antes del cierre del mes, ya supera los promedios recientes y revive un patrón observado en procesos electorales previos.

La medida del ente emisor, aunque notoria, es significativamente menor en comparación con julio de 2024. En aquel entonces, previo a las elecciones presidenciales, el BCV desembolsó 955 millones de dólares, marcando el mayor monto de intervención de todo ese año, según reporta el medio especializado Banca y Negocios. Esta disminución del 51,83% en la inyección de divisas refleja un cambio en la estrategia de anclaje cambiario que el Banco Central mantuvo hasta octubre de 2024 y que fue desactivada.

A pesar de este ajuste en la política, el Gobierno parece decidido a robustecer la oferta de divisas en el mercado para mitigar la presión sobre el tipo de cambio paralelo, especialmente en un contexto de alta sensibilidad política y electoral.

Presión cambiaria y expectativas por Chevron

El comportamiento del tipo de cambio oficial ilustra la tensión actual. Hasta este viernes 25 de julio, el valor del dólar ha experimentado un ascenso del 12,74% en el mes, una aceleración considerable en comparación con el período anterior. Paralelamente, el precio de intervención, calculado en euros, acumula un incremento del 11,99%.

El panorama cambiario podría encontrar cierta estabilidad en lo que resta del año, tras el reciente anuncio del presidente Nicolás Maduro sobre el reinicio formal de las operaciones petroleras de Chevron en el país. Este retorno, respaldado por una «licencia específica» otorgada por Washington, ha reavivado las expectativas de que otras empresas extranjeras del sector petrolero puedan obtener autorizaciones similares para reactivar su actividad en Venezuela.

Analistas económicos sugieren que un eventual alivio adicional en las restricciones impuestas por la administración de Donald Trump podría traducirse en un flujo más significativo de divisas hacia el mercado oficial. Esto, a su vez, podría facilitar el control cambiario sin la necesidad de recurrir a intervenciones tan agresivas por parte del BCV, abriendo una ventana de oportunidad para una mayor estabilidad económica en el país.