La agencia de noticias Reuters reseñó la noche de este lunes que tres destructores estadounidenses equipados con el sistema Aegis llegarán a las costas de Venezuela en las próximas 36 horas como parte de un esfuerzo para hacer frente a las amenazas de los cárteles de droga latinoamericanos.
El presidente Donald Trump ha manifestado su intención de utilizar a las fuerzas armadas para combatir a las bandas de narcotráfico latinoamericanas que han sido designadas como organizaciones terroristas globales.
Las fuentes, citadas en el artículo, señalaron que los buques involucrados son el USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson.
Por separado, un funcionario estadounidense declaró a Reuters que, en total, se espera que unos cuatro mil marinos e infantes de marina participen en los esfuerzos de la administración Trump en la región sur del Caribe.
Este funcionario, que habló bajo condición de anonimato, indicó que el despliegue adicional de recursos militares en la región incluirá varios aviones espía P-8, buques de guerra y al menos un submarino de ataque.
Según el funcionario, el proceso se prolongará durante varios meses y el plan es que estas fuerzas operen en el espacio aéreo y aguas internacionales.
Los activos navales podrían utilizarse no solo para operaciones de inteligencia y vigilancia, sino también como plataforma para lanzar ataques dirigidos si se toma esa decisión, agregó el funcionario.
Sin hacer referencia directa a los buques de guerra, el presidente venezolano Nicolás Maduro afirmó el lunes en un discurso que Venezuela «defenderá nuestros mares, nuestros cielos y nuestras tierras». Hizo alusión a lo que calificó como «la extravagante y absurda amenaza de un imperio en decadencia».
Trump ha convertido la lucha contra los cárteles de droga en un objetivo central de su administración, como parte de un esfuerzo más amplio para limitar la migración y asegurar la frontera sur de Estados Unidos.
En los últimos meses, la administración Trump ya ha desplegado al menos dos buques de guerra para colaborar en los esfuerzos de seguridad fronteriza y lucha contra el narcotráfico.
En febrero, el gobierno de Trump designó al Cártel de Sinaloa de México y otras bandas de narcotráfico, así como al grupo criminal venezolano Tren de Aragua, como organizaciones terroristas globales, intensificando las medidas migratorias contra presuntos miembros de pandillas.
El ejército estadounidense ya ha incrementado su vigilancia aérea sobre los cárteles mexicanos para recabar información de inteligencia y determinar la mejor forma de contrarrestar sus actividades.