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La isla La Orchila, un territorio insular estratégico de Venezuela, ha vuelto a acaparar la atención internacional en medio de la creciente tensión geopolítica y el incremento de las actividades militares en el Mar Caribe. Conocida como una base militar de acceso restringido, esta isla es un punto neurálgico para las operaciones de seguridad y defensa del país.

La Orchila es una isla de las Dependencias Federales de Venezuela, ubicada al este del Archipiélago de Los Roques y ocupa una superficie de aproximadamente 48,7 km2.

Se encuentra a una distancia aproximada de 180 a 190 kilómetros de La Guaira, en la costa central venezolana y está situada a aproximadamente 160 kilómetros al norte de Caracas, la capital del país.

La isla no cuenta con una población civil estable significativa. Sus habitantes se componen casi exclusivamente de personal militar de la Base Aeronaval C/N Antonio Díaz, junto a sus familiares y personal de servicio asociado a las instalaciones presidenciales y militares. El acceso a la isla está restringido y requiere permiso especial de la Armada venezolana.

La isla está a una distancia de entre 180 y 190 kilómetros de La Guaira

Aviones de espionaje

En este contexto de alta sensibilidad, las denuncias de incursiones aéreas se han intensificado. Un caso notorio ocurrió en julio de este año, cuando Venezuela denunció el sobrevuelo de un avión de espionaje estadounidense en su Región de Información de Vuelo (FIR) de Maiquetía, un hecho que Caracas calificó como una provocación e incursión en el espacio aéreo venezolano.

Luego, a inicios de septiembre, se reportó el sobrevuelo de un helicóptero militar estadounidense en aguas internacionales muy cerca de La Orchila, a unos 138 kilómetros de la isla. El Ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, desestimó la información, calificándola de «falso positivo» y parte de una estrategia para generar una matriz de opinión adversa.

El pasado domingo, 14 de septiembre, se registró la navegación de la Fragata “ZR. MS. Van Amstel” (F831) de la Armada del Reino de los Países Bajos en aguas adyacentes a la Zona Económica Exclusiva de Venezuela, frente a la isla, lo que el Gobierno de Maduro anunció como una «cooperación».

Este miércoles, 17 de septiembre, Padrino López anunció el inicio de ejercicios militares en La Orchila denominados «Caribe Soberano 200», una movilización que durará tres días, de acuerdo con su balance.

En estos ejercicios, la FANB ha desplegado buques de guerra, embarcaciones anfibias, equipos de artillería de fabricación rusa y más de dos mil 500 efectivos. El objetivo declarado es elevar el «apresto operacional» y la capacidad de defensa del país en el Caribe.

Despliegue estadounidense

El Gobierno de Estados Unidos, a través de la Casa Blanca, ha insistido en que «muchos países latinoamericanos y caribeños» respaldan la iniciativa militar, viéndola como una medida necesaria para combatir el narcotráfico y el crimen organizado transnacional.

Hay que recordar que, al ser parte de las Dependencias Federales venezolanas, La Orchila está distante de islas vecinas, pero esto no elimina su vulnerabilidad ante el respaldo de países cercanos a EE. UU. y su despliegue militar en aguas caribeñas.

En este contexto, la Primera Ministra trinitense, Kamla Persad-Bissessar, ha manifestado un respaldo claro al despliegue de buques militares de EE. UU. en el Mar Caribe. El gobierno de Curazao también ha afirmado que existe una colaboración tripartita de larga data con Países Bajos y Estados Unidos para combatir el tráfico de drogas en la región.

A finales del mes de agosto, el Primer Ministro de Curazao confirmó la llegada del USS Jason Dunham, un buque destructor de la Armada de Estados Unidos, a la isla, como parte de los esfuerzos internacionales contra el narcotráfico y el terrorismo.

La Orchila está a unos 240 km de Bonaire, que está al oeste de la isla. En cuanto a su distancia hasta Curazao y Aruba, es de 300 y 500 kilómetros, mientras que, la distancia directa (línea recta) con Trinidad y Tobago es de aproximadamente 500 a 600 kilómetros.

De esta manera, el territorio insular, que durante años pasó desapercibido en materia económica y turística en el país, ahora tiene todos los focos durante el nuevo ejercicio militar anunciado por Venezuela en «respuesta» a las «amenazas» estadounidenses.