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En el marco de los 405 años de fundación de la ciudad de Acarigua, la designación de María Gabriela Gil como Oradora de Orden en la sesión solemne representa un acto de justicia histórica y reconocimiento ético. Comunicadora social de vocación, servidora pública por convicción y promotora incansable del desarrollo de Portuguesa, su palabra llega al podio como testimonio de entrega, sensibilidad y liderazgo.

María Gabriela Gil ha desempeñado un rol fundamental en la transformación del sistema de salud del estado, organizando hospitales, centros de atención y espacios de prevención con visión humana y eficiencia institucional. Su labor, lejos de ser decorativa, ha sido estructural: ha articulado campañas de salud integral, ha acompañado a comunidades vulnerables y ha sido puente entre el gobierno regional y las familias que claman por atención digna. Como esposa del gobernador Primitivo Cedeño, ha asumido con firmeza y cordura una responsabilidad que trasciende lo protocolar, convirtiéndose en arquitecta silenciosa de bienestar colectivo.

Su trayectoria como comunicadora social le ha permitido unir generaciones, rescatar gestos olvidados y sembrar conciencia desde la palabra. Ha promovido la cultura, la educación, el emprendimiento y la memoria local, elevando el nombre de Acarigua en cada foro, cada jornada, cada encuentro. Su voz no solo informa: inspira, convoca y organiza. Su presencia en esta sesión solemne no es un gesto simbólico, sino una afirmación de que el liderazgo femenino puede sanar territorios, dignificar instituciones y sembrar futuro.

En este aniversario, donde Acarigua se mira al espejo de su historia, la palabra de María Gabriela Gil será idea y abrazo. No hablará desde el protocolo, sino desde el corazón de una mujer que ha vivido, servido y amado a esta tierra. Su discurso será acto de siembra, tributo a los fundadores y llamado a la unidad. En ella se conjugan la memoria, la acción y la esperanza.

Su voz, firme y cálida, representa el espíritu de quienes construyen sin estridencia, de quienes entienden el poder como servicio, y de quienes convierten cada jornada en oportunidad de dignificación. En este día histórico, Acarigua se honra a sí misma al escucharla.

Estas cordialmente invitado a la sesión solemne del día 29 de srptirmbre en la plaza Páez de dos ciudades hermanas.

HACARIGUA ES ACARIGUA.

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