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Un grupo bipartidista de senadores estadounidenses anunció este viernes su intención de forzar una votación en el Congreso para restringir al presidente Donald Trump de emprender acciones militares contra Venezuela sin la debida autorización legislativa. La iniciativa surge en respuesta a los recientes ataques estadounidenses contra embarcaciones en aguas cercanas al país suramericano, recoge Reuters.

La resolución, promovida por los senadores demócratas Tim Kaine (Virginia) y Adam Schiff (California), junto al republicano Rand Paul (Kentucky), busca reafirmar el principio constitucional de que solo el Congreso tiene la facultad de declarar la guerra, salvo en circunstancias excepcionales.

“Está claro que no hay autorización del Congreso para estas acciones”, declaró Kaine, quien también expresó preocupación por la escalada militar impulsada por la Casa Blanca en el Caribe.

Según informes, al menos cinco ataques se han llevado a cabo en las costas venezolanas bajo el argumento de combatir el narcotráfico, dejando un saldo de al menos 27 personas fallecidas. La administración Trump sostiene que estas operaciones forman parte de una campaña contra supuestos «narcoterroristas venezolanos».

Sin embargo, expertos legales y legisladores han empezado a cuestionar la legalidad y transparencia de la campaña. Entre las críticas figura la falta de información sobre los objetivos, las pruebas de narcotráfico y la estrategia a largo plazo en la región. “Es un completo agujero negro”, afirmó Kaine, añadiendo que no se ha explicado por qué los barcos fueron destruidos en lugar de interceptados.

Las tensiones aumentaron aún más esta semana cuando el presidente Trump reveló que autorizó a la CIA a llevar a cabo operaciones encubiertas en Venezuela. Además, ha insinuado públicamente la posibilidad de ataques terrestres contra el país suramericano.

El gobierno de Colombia también se pronunció tras uno de los ataques, alegando que uno de los buques afectados tenía bandera colombiana y llevaba ciudadanos de ese país. Washington calificó dicha denuncia como “infundada”.

En paralelo, Venezuela ha elevado el caso al Consejo de Seguridad de la ONU, solicitando una evaluación sobre la legalidad de las acciones militares estadounidenses, según una carta obtenida por Reuters.

El intento previo de aprobar una resolución similar fue bloqueado por una estrecha votación de 51 a 48 en el Senado, con solo dos republicanos sumándose a los demócratas. Aun así, Kaine se mostró optimista sobre lograr más apoyos esta vez. “No se debe usar al ejército para eliminar a quien queramos en cualquier parte del mundo solo porque el presidente lo decida”, concluyó.