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El presidente de la República, Nicolás Maduro, se pronunció sobre la expulsión de la oficina técnica de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los derechos humanos en Venezuela, realizada el pasado jueves 15 de febrero por el canciller Yván Gil.

Maduro aseguró que “no volverán al país”, y destacó que este sábado #17Feb todos los integrantes de esta oficina abandonaron Venezuela.

“Hasta que no respeten la carta de naciones unidas, no rectifiquen y pidan disculpas, no volverán”, afirmó el mandatario durante su programa “Con Maduro+”.

Recordó que “la gota que derramó el vaso» fue un caso reciente «con una persona involucrada en espionaje, como lo ha explicado el Fiscal General”, en el que la comisión de la ONU denunció la desaparición forzada de Rocío San Miguel, lo que, a juicio del Presidente fue “calificar a la Fiscalía y al poder judicial de manera abusiva rompiendo las reglas del documento firmado (en el 2019)”.

El Jefe de Estado venezolano manifestó su descontento ante las declaraciones de la misión de las Naciones Unidas, quienes denunciaron la persecución de su Gobierno contra activistas y opositores.

«Es que ellos se meten con Venezuela, se transforman en un bufete de conspiradores, a la gente que quería la cabeza a Freddy Bernal lo califican como defensores de derechos humanos, violan la carta que firmaron pero guardan silencio ante la masacre de niños palestinos (…)  No tienen moral para hablar de Venezuela”, apuntó.

Advirtió que los informes de la ONU en los que se alertaban sobre las detenciones arbitrarias y las violaciones a los derechos humanos “eran mentiras” y “noticias manipuladas por la ultraderecha”.

Ellos no son fiscales ni jueces de Venezuela. Hasta que no rectifiquen, no se disculpen, no volverán al país”, agregó Maduro.

Finalmente, el Presidente acusó a los miembros de la oficina técnica de “romper los términos y principios del acuerdo firmado con Michelle Bachelet”, con lo que destacó que “violaron la carta de Naciones Unidas”.

Vale recordar que el pasado jueves el canciller Gil dio el lapso de 72 horas para la salida de los funcionarios, al tiempo que el Alto Comisionado, Volker Türk, exigió la “liberación inmediata y respeto a su derecho a la defensa legal” de Rocío San Miguel, quien permanece recluida acusada de ser parte de un presunto “plan de magnicidio”.

Gil señaló que los empleados de la ONU “son una caja de resonancia de la oposición de extrema derecha venezolana”.

En un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores criollo, afirman que la Oficina del Alto Comisionado “ha mantenido una postura claramente sesgada y parcializada, procurando constantemente generar impunidad para las personas involucradas en diversos intentos de magnicidio, golpes de Estado, conspiraciones y otros graves atentados contra la soberanía y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.