El presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó este martes que en el país hay “bastante” tolerancia hacia personas homosexuales o cuya orientación sexual no es considerada “tradicional”. Estas declaraciones surgen apenas dos meses después de que el Tribunal Supremo ruso declarara como una ‘organización extremista’ al movimiento LGBT+.
«Somos bastante tolerantes con las personas de orientación sexual no tradicional. Simplemente no insistimos y no creemos que sea correcto hacerlo», señaló el presidente ruso durante su intervención en un foro celebrado este martes.
«Que cada uno viva como quiera. Nadie los limita en nada«, afirmó Putin, quien acto seguido vinculó a la homosexualidad con el delito de los abusos sexuales a menores: «En cuanto a los niños, no los toquen».
Varias organizaciones defensoras de las libertades denunciaron en los últimos años la persecución del movimiento LGBT+ en Rusia. En enero comenzó el juicio de una fotógrafa por difundir imágenes en las que aparecía la bandera arcoíris, en base a la ley que persigue a organizaciones extremistas y la prohibición de publicidad de la comunidad homosexual.
Rusia considera ‘organización extremista’ al movimiento LGBT+
A finales de noviembre del 2023, el Tribunal Supremo de Rusia declaró al movimiento LGBT+ internacional como una ‘organización extremista‘, a pesar de que no existe oficialmente como una entidad jurídica. Con esta decisión quedaron prohibidas todas las actividades de la comunidad de homosexuales dentro del país.
A puertas cerradas, el juez del Supremo Oleg Nefedov falló a favor del pedido presentado por el Ministerio de Justicia ruso, que consideró que el movimiento viola las leyes que penalizan el extremismo y el odio social y religioso.
El magistrado aseguró que esta decisión «no afecta al derecho de los ciudadanos a la privacidad y no conlleva consecuencias jurídicas negativas», Las restricciones están relacionadas con la emisión de propaganda, publicidad y la generación de interés entre la población, según la agencia Interfax.
Esta decisión se debe a que para las autoridades rusas y parte del sector más conservador del país, el activismo LGBT+ es algo meramente occidental y hostil a las costumbres de Rusia. A su vez, la presión que ejercen sobre la comunidad la presentan como un medio para defender la estructura moral del país.
«Creo que esto significará que cualquiera que el Estado considere activista LGBT+ podría recibir una larga pena de prisión por ‘participar en una organización extremista’«, dijo a la BBC Sergei Troshin, diputado municipal en San Petersburgo, quien se declaró homosexual el año pasado.
Asimismo, asegura que esta decisión tuvo que ver con las próximas elecciones presidenciales que se realizarán en Rusia durante el mes de marzo.»Creo que (la audiencia judicial) está relacionada”, opinó Sergei Troshin.»(Las autoridades) están creando un enemigo artificial».
«Dicen: ‘Estamos luchando contra Occidente’. La batalla contra las personas LGBT+ encaja en esta retórica antioccidental. Luchar tanto contra Occidente como contra la comunidad LGBT+ es popular entre la parte conservadora y antioccidental de la sociedad. Así que este tema se impulsará en el periodo previo a las elecciones», agregó el funcionario.
La ‘propaganda gay’ prohibida completamente
En los últimos años, la comunidad LGBT+ de Rusia se vio sometida a una presión cada vez mayor por parte de las autoridades. En 2013, se aprobó una ley que prohibía «la propaganda (dirigida a menores) de relaciones sexuales no tradicionales». Sin embargo, en 2022, esas restricciones se ampliaron a todos los grupos etarios del país.
La legislación prohíbe la propaganda LGBT+ y materiales que promuevan la discusión sobre la reasignación de género, la mención de esto a menores, calificado como promoción de la pedofilia. Asimismo, tampoco está permitida la difusión de estos contenidos para personas mayores de 18 años en publicaciones en línea, películas, libros, comerciales, publicaciones de medios, obras de teatro, festivales de música y juegos de computadora.
La violación de la prohibición dará lugar a multas de hasta 10 millones de rublos (U$S 160.000) y 15 días de cárcel, según los casos. Si el infractor es extranjero, también se lo expulsará del país. El año pasado, un canal de televisión ruso decoloró un arco iris en un vídeo de una banda de kpop surcoreana para evitar ser acusado de violar la ley de ‘propaganda gay’.