Las hipótesis se mantienen abiertas, y según reconoció la propia ministra del Interior de Chile, Carolina Tohá, “hay una víctima que está secuestrada y tenemos que dar con ella, tenemos que entender cuál es la dinámica de este secuestro, quién está detrás, por qué se hizo”.
En esa línea, son tres las hipótesis que se barajan en la investigación que lleva adelante el fiscal regional Sur, Héctor Barros: Una operación de la inteligencia venezolana, un autosecuestro o un ajuste de cuentas por parte del crimen organizado. En todas estas hebras investigativas se están haciendo diligencias, incluida la revisión de las cámaras para detectar a los autores del hecho.
Es que los movimientos de quienes perpetraron el secuestro desde el departamento de Ojeda, en Independencia -se ha podido establecer la participación de cuatro en el edificio-, hacen sospechar a los investigadores que hubo un “trabajo de campo” previo realizado por los delincuentes.
En eso coincide, por ejemplo, el exdirector de Inteligencia del Ejército general (R) Guillermo Paiva. El exalto oficial dice que ninguna tesis se puede descartar, porque se trata de un caso complejo, aunque advierte de entrada que “esto no fue al azar, ni lo realizó gente inexperta. Esto fue calculado”.
Paiva, en 2013 fue comandante del Regimiento de Inteligencia del Ejército Nº 1 “Soberanía”; en 2015, jefe del Departamento III de “Contrainteligencia”, y en 2017 fue director de Inteligencia. En 2021, en tanto, fue designado como jefe del Estado Mayor Conjunto. “Si bien no puedo abordar materias que por ley no se pueden revelar, sí puedo hacer un análisis de lo que he podido revisar”, dice a La Tercera.
Viendo las imágenes se puede detectar que quienes hicieron este trabajo pertenecen a un unidad especializada, porque vestían y se movían de una manera particular. Estaban caracterizados con un tipo de pantalón, portaban arietes para abrir la puerta, botas de determinado color, todo se ve calculado. El secuestro del teniente (R) Ojeda fue realizado por una unidad especializada con altos grados de preparación», dijo.
Para el exfuncionario de inteligencia del Ejército chileno las personas que realizaron la operación tenían conocimiento de cómo se ejecutan este tipo de secuestros, que no son como comúnmente se ven.
El tiempo y espacio en que lo ejecutan: cuando salen del ascensor de inmediato giran con seguridad, no dudan, se nota que hubo una investigación previa. Sabían, además, que la víctima estaría ahí. No fue un golpe fallido», acotó.
De igual manera, Guillermo Paiva resaltó que otro de los aciertos de los implicados en el hecho fue ejecutar el escape de manera precisa sin dejar ningún cabo suelto, cosa, que, a su juicio, solo puede ser obra de personas altamente capacitadas para ejecutar este tipo de movimientos sin despertar sospechas.
Lo que podría ser un error es el escape en un auto que después no queman, ni eliminan, pero ahí hay otro acierto: según lo que se ha conocido en los medios de prensa, aún no hay grabaciones. No hay imágenes de cuando dejan el auto, lo que también revela que no lo dejaron botado de manera improvisada. Eso también se pensó. Sin duda esto lo hace una unidad preparada y equipada», refirió
El exmilitar afirmó que la seguridad nacional de Chile podría estar comprometida, aunque mencionó que de tratarse e una operación planificada del crimen organizado, sería responsabilidad únicamente de la policía.