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Iván Colmenares

         De verdad que la actuación de este “alcalde mayor” es atorrante. Bueno, él siempre ha sido, desde que fungía de policía mayor de un pueblo secuestrado como el aguablanqueño, cuando aterrorizaba a su población porque saludaba a algún dirigente de oposición que hacía casa por casa.

         En una comisión de Voluntad Popular en el Táchira, pregunté por las relaciones de los alcaldes de oposición con el gobernador Freddy Bernal, el más radical de los dirigentes chavistas, y salvo uno que otro, en ese momento, hace más de un año, las calificaron de buenas. Como debe ser. Pero Tivo es otra cosa. Su trato despótico con el personal en las dos alcaldías y en la Gobernación, la humillación a la que somete a sus empleados es vergonzosa. Y el manejo de los recursos presupuestarios, ordinarios y adicionales, siempre rancio, oscuro, poco transparente. De la fama que traía, en menos que se pela una mandarina, perdió cuatro alcaldías y etcétera y etcétera.

         Pero se la dedicó a los cuatro alcaldes democráticos que le quitaron los invictos al PSUV en Portuguesa. A Jóbito lo persiguió hasta el irrespeto con unos de sus secuaces policiales. Por ir contra Valmore quien le dio una paliza que le ha dolido hasta el alma, le niega de todo al pueblo guanariteño. A Zerpa, peor, porque a la carretera tan necesaria, ni una máquina manda. Pero con Carlos Barrios, lo que tiene es una tormenta psicológica y por esa bocota malandrérica, echa sapos y culebras, asumiendo vainas que no hace ni él ni su equipo en el municipio Ospino. Debe ser que como es tan mala paga, le quedó debiendo cinco mil dólares por la campaña de gobernador. Y ya saben le quitó las radios y hasta la de la Alcaldía, no la dejó abrir. Una cosa es la emperatriz que ya sabemos que cobra bien sus caprichos. Pero esta malcriadez vallenatera, es sólo de Tivo, porque aquello de que quien lo vive, es quien lo goza. Y es que con Carlos Barrios parece tener un complejo masoquista.

         Como es su costumbre, exhibe lo que consigue. Hace varios meses mostró ambulancias, patrullas, compactadores de basura que, por cierto, pagaron algunos alcaldes y no se los ha entregado. Agustín Jiménez, un pana fundador del MAS, fanático chavista, dice que en el Hospital de Píritu se necesita una. Y en el de Guanare, hay que sufrir para conseguir una, y además hay que ayudar con gasolina o gasoil. Ahora fue con sillas de ruedas, muletas, bastones, municipio por municipio mostrando lo que no reparte, sólo para que Nicolás y Diosdado vean el flayer o el tik tok. Bueno, montó un gran parapeto en la avenida Maisanta de Ospino para repartir ayudas del “buen gobierno” y lo que cogió fue una gran arrechera y la pagó con el alcalde de Ospino, a quien le dijo hasta del mal que se iba a morir. Le aconsejó que le metiera las patas al barro. Mira quien lo dice, que lo único que le encanta es tirarse a un canal a bañarse o con un chorro de agua, que por cierto no ha inaugurado ni uno más. Le dio clases de distribución presupuestaria. “Tú cobras impuestos. Métase la mano en el bolsillo y saque la plata para que se la den al pueblo”, mintiendo descaradamente sobre una supuesta obra de gobierno en el municipio. Tivo cobra peajes, que son millones de dólares mensuales, cobras la parte de las alianzas estratégicas, cobras sobre minerales no metálicos, cobras papel sellado y estampillas. Y nadie ve, Cedeño, esa plata en las calles. Pura paja. Mucha arrechera, mucho vallenato, mucha promesa, pero pocas nueces. Y la vaina estuvo tan mala, que hasta Maisanta dejó el pelero.

         Es tan miserable este gobierno que le prohíbe a las estaciones de servicio que le vendan gasolina o diésel para la ambulancia, Y persigue cuando algún productor le regala algo de gasoil. No bachea un hueco, no presta el hidrojet, no pone un bombillo. No hay vigilancia policial en Ospino, son innumerables los atracos, los robos, los asaltos. Hay operativos cuando van a ensañarse con los motorizados. Pero del resto ni una asistencia a la máxima autoridad civil del municipio. Y eso pasa en Ospino, Unda, Guanarito y Sucre. Porque los otros alcaldes son “extraordinarios en su gestión”, pero la verdad es que, como el gobernador, no sirven pa´un carajo.

         Se me quedaron muchas cosas en el tintero. Una fiesta de 15 años del Alcalde de Guanare, unas turbias actuaciones de personal de seguridad al que debe dar respuesta el comisario Luis Medina, el Hospital de Guanare, la irresponsabilidad de los tres gobiernos nacional, regional y municipal sobre el vertedero de Guanare y la humareda que la inunda la ciudad.

Pero no puedo dejar de comentar el enorme éxito de María Corina en Acarigua. Un llenazo total que corresponde a la emoción que vive el país con la candidata presidencial de la gran alianza nacional. Detalles que no empañan el éxito de la visita de la lideresa nacional, a pesar del enorme calor que hacía. Y vean cómo cambian las cosas. No hubo colectivos, no se fue la luz, no entorpecieron la llegada de la candidata.

“Albricias pido señores, que ya Florentino es mío”.