COMPARTIR

El Banco Central de Venezuela (BCV) expuso este jueves el balance económico del primer trimestre de 2024, donde afirmó que la inflación acumulada fue de 4,1 % durante este período.

La cifra viene de la sumatoria de los registros de enero (1,7 %), febrero (1,2 %) y marzo (1,2 %). De estos resultados, se estima que el segundo mes del año trajo la inflación más baja desde el 2012.

De acuerdo con el organismo, el sector que registró el mayor aumento de sus precios en marzo pasado fue salud, con un alza promedio del 1,6 %, seguido de alimentos y bebidas no alcohólicas, vestido y calzado y «bienes y servicios diversos», con incrementos del 1,3 %.

Por otra parte, el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) expuso en el pasado mes de enero la inflación en bolivares fue de 4,2 %, mientras que al analizar esta actividad anual llegaba al 121 %.

Mientras, el mes de febrero habría manifestado una deflación del 0,5 %, una cifra histórica en los últimos 10 años. En contrariedad a lo expuesto por el BCV, el observatorio estima que el índice llegó al 3,7 %, cifra que, aunque es una de las más bajas que ha registrado Venezuela, es superior a la indicada por el organismo.

En el informe, compartido en redes sociales, el OVF aseguró que los rubros de vestido y calzado, hogar y equipamiento, esparcimiento, restaurantes, hoteles y servicios de comunicaciones, marcaron un aumento superior al 1 % durante este segundo mes del año.

Sin embargo, la ONG apunta a que existe una disminución las cifras «catastróficas» de años anteriores debido a una «política antiinflacionaria» aplicada por el banco central que «ha consistido en reducir la liquidez monetaria en bolívares en gran parte, gracias a la disminución del gasto público e inyectar dólares en la economía para contener el tipo de cambio».

El Gobierno prevé que Venezuela cerrará 2024 con «la inflación más baja en la última década», según informó el pasado marzo el mandatario Nicolás Maduro, quien aseguró tener un plan para seguir desacelerando el ritmo de crecimiento de precios, pero, la problemática de las bajas tablas salariales solo contribuyen a que, en lugar de reducir la crisis, se incremente por la disminución del poder adquisitivo de los trabajadores públicos.