CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La mayoría de los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobaron el miércoles una condena enérgica contra la irrupción de la policía ecuatoriana en la embajada mexicana en Quito para detener a un exvicepresidente que había recibido asilo político e hicieron un llamado a México y Ecuador a buscar una solución a la crisis diplomática.
El Consejo Permanente de la OEA reafirmó, con 29 votos a favor, uno en contra y una abstención, la obligación de todos los Estados “de velar por el respeto de los privilegios e inmunidades de las misiones diplomáticas y del principio de inviolabilidad”, como establece el Derecho internacional como requisito crucial para las relaciones pacíficas entre los Estados.
La OEA llamó a los Estados a respetar la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y asegurar que los mencionados principios sean respetados “sin excepción”. También señaló que es una obligación el respeto a la Convención de Asilo Diplomático de 1964.
No obstante, la resolución también consideró que, “sin perjuicio de las inmunidades”, las personas que gocen de los privilegios deben respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor sin inmiscuirse en asuntos internos de ese Estado. Recordó, además, que los locales de las misiones diplomáticas tampoco deberán ser usados “de manera incompatible” con las funciones de la misma.
Finalmente, el foro internacional llamó a Ecuador y México a dialogar para encontrar una solución a este “grave asunto”, para lo cual interpuso sus buenos oficios.
Pese a que una mayoría contundente de miembros de la OEA condenaron la acción del gobierno de Daniel Noboa, su canciller, Gabriela Sommerfeld, afirmó que la resolución fue “justa” porque “se ve el incumplimiento y el uso de la sede”. Indicó que Ecuador hará respetar su versión de los hechos.
Al ser consultada por la prensa si el gobierno ecuatoriano estaría dispuesto a ofrecer una disculpa por sus actos, Sommerfeld respondió que “eso no está en la mesa de discusión en este momento”, pero se mostró abierta a fortalecer relaciones con todos los países.
Más temprano, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció que su gobierno decidió posponer para el jueves la presentación de la denuncia contra Ecuador en la Corte Internacional de Justicia.
Un día antes, la canciller mexicana Alicia Bárcena solicitó a la treintena de países que conforman la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) sumarse a la demanda contra Ecuador y a la carta que enviarán al secretario general de la Naciones Unidas, Antonio Guterres, para denunciar el incidente ante la Asamblea General del organismo.
La irrupción de las fuerzas policiales ecuatorianas en la embajada mexicana en Quito ha sido condenada por una treintena de países de la región y de Europa y ocho organismos internacionales, entre ellos la Organización de los Estados Americanos (OEA) que la víspera sostuvo una reunión extraordinaria para evaluar la crisis diplomática.
México dio a conocer la víspera inéditos videos que mostraban el momento en el que agentes ecuatorianas irrumpieron la noche del pasado viernes en su sede diplomática y tras empujar y someter al jefe de la sección consular mexicana, Roberto Canseco, se llevaron detenido al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas que residía allí desde diciembre luego de ser acusado de corrupción.
López Obrador dijo el miércoles que envió los videos al presidente Joe Biden y que tras recibirlos hubo una rectificación de parte de Estados Unidos y se dio un “pronunciamiento más enérgico” contra Ecuador.
El mandatario agradeció el gesto de Biden e indicó que esperaba que Canadá también rectifique su postura inicial sobre el incidente diplomático, aunque sostuvo que México era respetuoso de las decisiones que tomen los gobiernos.
Luego de la entrada violenta de las fuerzas de seguridad ecuatorianas en la sede diplomática mexicana en Quito el gobierno de López Obrador rompió relaciones con Ecuador y ordenó el cierre indefinido de su embajada y la retirada de todo el personal diplomático que arribó el pasado domingo a la Ciudad de México.
Por su parte, la cancillería de Ecuador aseveró en un comunicado que la ruptura de las relaciones diplomáticas con México “no implica un cierre de los servicios consulares de Ecuador en ese país” los que seguirán activos tanto en Ciudad de México como en Monterrey.
Añadió que los acuerdos suscritos entre ambos países continúan en plena vigencia y aplicación.
México trasladó los servicios consulares que tenía en Ecuador a sus misiones diplomáticas de Colombia, Perú y Chile.
En la sesión extraordinaria de la OEA Ecuador ofreció una explicación sobre los hechos a través de su viceministro de Movilidad Humana, Alejandro Dávalos, quien pidió a la comunidad internacional “revisar y actualizar” las normas sobre asilo diplomático y otros instrumentos internacionales para erradicar los nuevos fenómenos delictivos de crimen organizado trasnacional.
Dávalos aseguró que Glas “no reunía los requisitos” para recibir el asilo y negó que se lo pueda considerar un perseguido político.
Asimismo, cuestionó la defensa que hizo México al asilo que otorgó al exvicepresidente ecuatoriano y dijo que, con su actitud, “socava y desnaturaliza” la figura del asilo y se promueve la impunidad.