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CIUDAD DE MÉXICO (AP) — México intentará este martes que la treintena de países que integran la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se sumen a la demanda que presentó su gobierno contra Ecuador por la violenta irrupción de las fuerzas de seguridad ecuatorianas en su embajada de Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas, que se había refugiado en el recinto diplomático y recibido asilo.

“Nuestro planteamiento va orientado a que se expulse temporalmente (a Ecuador de la ONU) en tanto no haya una disculpa”, dijo el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador antes de participar en la reunión virtual porque lo ocurrido el pasado 5 de abril, agregó, “fue un asunto muy grave, la toma, el allanamiento de la embajada”.

México rompió relaciones con Ecuador y denunció la semana pasada al país andino ante la Corte Internacional de Justicia por actos que supusieron una “flagrante transgresión a la inviolabilidad” de su embajada y ataques físicos contra los diplomáticos, según se pudo constatar en videos del interior del edificio. Además presentó una carta al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, para denunciar el incidente. La comunidad internacional condenó y cuestionó ese allanamiento.

La canciller mexicana Alicia Bárcena adelantó en ese momento que el objetivo era que la CELAC se uniera a esas denuncias en la reunión de este martes, prevista para la semana pasada pero que se reprogramó por la crisis diplomática.

“Nosotros queremos que la Corte… actúe y es muy claro lo que estamos planteando: primero, una separación de Ecuador de las Naciones Unidas en tanto no se pronuncie ofreciendo un compromiso de no repetición, la aceptación de que violaron nuestra soberanía”, explicó López Obrador.

Lo segundo, que no haya repetición, “que cualquier Estado que viole la soberanía de una embajada… y el derecho de asilo, el derecho internacional, se le expulse de la ONU”.

La justicia ecuatoriana declaró el viernes que la detención del exvicepresidente Glas fue ilegal, pero dispuso que siga en la cárcel para que cumpla una condena pendiente por corrupción.

El presidente ecuatoriano Daniel Noboa no se ha disculpado con México. “Estamos en el lado correcto de la historia”, aseguró en una entrevista con el canal australiano SBS divulgada el lunes. “Si alguien entra en una embajada y atrapa a un criminal y los miembros de la embajada empiezan a golpear a los policías, ¿quién empezó la violencia?”.

Al ser preguntado sobre posibles vías de solución, el ecuatoriano dijo que “invitaría al presidente Obrador a comer un ceviche, podríamos comer unos tacos juntos y hablar”.

El mexicano, que en otras ocasiones ha defendido el diálogo, remarcó el lunes que México ya tiene clara su estrategia: la Corte Internacional de Justicia.

“Que el tribunal de justicia resuelva sobre esto y que esa resolución pase a la Asamblea General (de la ONU), se vote, se ponga a consideración de todos los países miembros” y que se aplique sin que el Consejo de Seguridad de la organización tenga derecho de veto porque, si no, “la ONU va a quedar como un florero”.

La tensión diplomática entre ambos países había comenzado antes del allanamiento a la embajada, cuando López Obrador cuestionó semanas atrás las elecciones que llevaron a Noboa al poder en Ecuador.