Cuando restan 24 días para las elecciones presidenciales de Venezuela, el proceso electoral entró el jueves en su último tramo con el inicio oficial de la campaña de unos comicios en los que se elegirá entre la continuidad del proyecto político ideado por el fallecido Hugo Chávez o el cambio de rumbo tras 25 años de gobiernos que se consideran socialistas.
Aunque los 10 candidatos —incluido el presidente venezolano, Nicolás Maduro, que aspira ser reelegido para un tercer mandato de seis años— recorren el país desde hace meses, las autoridades fijaron la campaña oficial desde el 4 al 25 de julio, hasta justo tres días antes de la elección presidencial.
En el arranque de los actos de campaña el jueves en Caracas, tanto la candidatura oficialista de Maduro como la opositora de Edmundo González, con el respaldo de la líder María Corina Machado, congregaron a sus seguidores en las calles de la capital y asumieron para sí mismos la victoria.
Dirigiéndose a sus adversarios, el presidente Maduro exclamó “prepárense para la paliza que le va a dar el pueblo de Venezuela el 28 de julio”. Centró sus proclamas en desacreditar a los candidatos rivales y sus propuestas y en defender su propia gestión en los últimos dos mandatos.
Aseguró que logró derrotar la guerra económica que enfrenta Venezuela, en referencia a las presiones y sanciones de Estados Unidos, y pidió el respaldo para su reelección. “Vamos por más cambios y transformaciones, más transformaciones. Y por la Venezuela de la prosperidad y del bienestar”, dijo sin profundizar en el tema.
Enfocó muchos de sus comentarios en cuestionar planes de privatización de la salud, de la educación y de las empresas estatales que, según lanzó, tiene la oposición, pese a que ésta no ha hecho referencias a privatizaciones en sectores sensibles como esos en sus propuestas políticas
Los simpatizantes de Maduro se cruzaron con seguidores de la oposición en un bastión de adversarios del gobierno, en el este de la capital venezolana. Los opositores rodearon a un grupo de oficialistas en motocicleta que intentaban pasar por una intersección bloqueada por personas que esperaban a Machado y González. Mientras se oían cánticos antigubernamentales, los oficialistas abandonaron la zona sin ningún percance.
«¡Qué grande Caracas! Esto no tiene más vuelta atrás”, dijo la líder opositora María Corina Machado, emocionada por la multitud encontrada a su paso en un camión con una plataforma junto al candidato Edmundo González.
Al final del recorrido, González agradeció la acogida y ofreció “liberar a todos los presos políticos”.
“Queremos una Venezuela libre, sin presos políticos”, recalcó el candidato opositor. Prometió trabajar “por una educación de calidad, por unos servicios públicos eficientes” y, en general, mejorar las condiciones de vida de los venezolanos.
Machado, sobre quien pesa una inhabilitación política por 15 años, denunció no haber podido inscribirse como aspirante presidencial por bloqueo de las autoridades de Venezuela y ha salido a recorrer el país en apoyo a la postulación de González, bajo la Plataforma Unitaria Democrática, la principal coalición opositora.
Esta elección —en la que más de 21,3 millones de electores están facultados para votar— se perfila como el mayor desafío que ha enfrentado el oficialismo en sus 25 años en el poder, 11 de ellos bajo el mandato de Maduro. El partido gobernante busca mantener el control de todas las ramas del poder por al menos seis años más, pero su base está dividida, disminuida y decepcionada, según algunos analistas.
“Estamos a 24 días del día más importante de nuestra vida y esto no lo para nadie. Vamos a ganar”, proclamó Machado varias veces a su paso en caravana por Caracas. “Vamos a ganar con Edmundo”, defendió. Ambos saludaron y levantaron las manos con los dedos formando una uve en señal de victoria.
A su paso, las personas congregadas a los lados gritaban “¡libertad, libertad, libertad!”.
El comienzo de la caravana opositora tuvo momentos de tensión cuando agentes de la Policía Nacional, bajo el mando del gobierno de Maduro, bloquearon brevemente su paso.
Los uniformados argumentaban que se trataba de un procedimiento de rutina para verificar que estuviesen en regla los documentos del conductor del camión, que fue acondicionado con una plataforma para llevar a González y Machado en lo alto. Luego de una intensa conversación con la líder opositora, finalmente los policías permitieron que los vehículos reanudaran el recorrido.
Los comicios del 28 de julio marcan el retorno del principal bloque opositor a una elección presidencial pues en 2018 los comicios, en los que Maduro fue reelegido, fueron boicoteados por los principales partidos de oposición —muchos de los que hoy forman parte de la Plataforma Unida— alegando que no existían condiciones justas y transparentes para la elección.
Muchos venezolanos están hastiados con la crisis social y económica —caracterizada por la pobreza, el hambre, la enfermedad y la delincuencia— que en la última década empujó a más de siete millones de personas a emigrar en busca de mejores condiciones de vida.
De los nueve candidatos que enfrentan a Maduro, Edmundo González, de 74 años, pese a ser casi desconocido por la mayoría de los venezolanos, se erigió en abril como su principal contrincante luego de que fue bloqueada la candidatura de la líder opositora María Corina Machado, ganadora por más 92% de los votos de las primarias de octubre.
Las posibilidades de triunfo de los otros ocho candidatos son remotas. Estos son el pastor evangélico Javier Bertucci, el exlegislador opositor independiente Enrique Márquez; Claudio Fermín, exalcalde de Caracas; el exprisionero político Daniel Ceballos, el abogado Antonio Ecarri, el comediante Benjamín Rausseo, así como los diputados opositores disidentes Luis Eduardo Martínez y José Brito. Ninguno de ellos alcanza el 3% en las distintas encuestas de intención de voto.