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Alex Saab, el diplomático en Venezuela para el Gobierno y el «arquitecto de una red de corrupción» para la oposición del país. Las noticias de su liberación pululaban desde el comienzo de las negociaciones entre el oficialismo, su vocería adversa y los EE. UU.

Finalmente fue excarcelado y regresó a la tierra de Bolívar este miércoles 20 de septiembre, en vísperas de su cumpleaños, lo que genera polémica entre las entre distintos sectores de la población.

¿Las repercusiones de este acción?, es la interrogante que ahora se plantea desde el ajedrez político venezolano. Consecuencias positivas y negativas se vislumbran en la nación, a un año de las elecciones presidenciales en el país.

En menos de 48 horas, los rumores iban y venían. Todo inició con la liberación la tarde del martes de dos exmilitares norteamericanos que participaron en la operación Gedeón y culminó este miércoles con la liberación progresiva de presos políticos venezolanos, entre ellos seis sindicalistas y ocho norteamericanos, así se selló parte del acuerdo.

Para el gobierno de Estados Unidos, traer de vuelta a 12 de sus ciudadanos; para el gobierno de Maduro, traer de vuelta a quien se convirtió en una especie de símbolo, un trofeo que mostrarán como un triunfo. También puede ayudar a destrabar el cumplimiento del acuerdo de Barbados», explica el politólogo Jorge Morán en torno a los beneficios de estos acuerdos.

No obstante, considera como negativo que «todo alrededor del gobierno está marcado por la impunidad», mientras hace referencia a los presuntos crímenes relacionados con Alex Saab.

Agrega: «Y a falta de saber si el gobierno de Maduro hará más concesiones, parece muy fácil para ellos obtener cosas del gobierno estadounidense».

Acuerdos de Barbados (o de Doha)

Para Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, la liberación de Alex Saab estaba contenida en las conversaciones dentro del inicio de Acuerdo de Barbados, que trajeron consigo los acuerdos de Doha, Qatar.

De estos no existe ningún registro escrito y son los que tendrían un verdadero peso en medio de la excarcelación del diplomático.

Pese a ello, asegura que «muchos (de estos acuerdos) ya han sido ejecutados», como las licencias petroleras y gasíferas o la devolución de migrantes irregulares a Venezuela, lo que habría traído como consecuencia «natural» el regreso de Saab y la devolución de presos norteamericanos.

Se preveía que ocurriera en el mes de diciembre y será un mecanismo que calme un poco las tensiones, permita al gobierno americano controlar los propios detractores en su patio y comprar algo de tiempo para continuar las negociaciones futuras con el Gobierno venezolano», puntualiza.

León expresa que esta acción es un punto de fortaleza para el Socialismo venezolano de cara a las presidenciales de 2024. «Para Maduro, la liberación de Saab es más bien una demostración de su disposición de no abandonar a los suyos. Está diciéndole al interior del chavismo que está dispuesto a todo, incluyendo quedarse sin recursos, para defenderlos», precisa.

No es Alex Saab, es la unidad del chavismo y la seguridad de que Maduro no los abandonará, pues esto es vital en una revolución (como cualquier otra) que sabe que su riesgo más importante, ahora y en el futuro, no es la oposición, ni una invasión extranjera. Es en realidad la implosión de sus cuadros. Algo que el tiene que evitar, mostrando que solo él garantiza su seguridad a futuro. Y esta liberación le ayuda enormemente en ese objetivo», manifiesta.

¿Y las inhabilitaciones?

El presidente de Datanálisis argumenta que este paso tomado por la Casa Blanca no significa una inflexión total de su parte. «La presión política va a continuar el próximo año, pero los riesgos de retroceso en aspectos petroleros fundamentales bajará notablemente».

Doha no incluía la habilitación de los candidatos pero si una elección competitiva. Y la verdad, ese es un objetivo mucho más cuesta arriba que cualquier de los ya ejecutados», aclara.

Agrega que: «El 2024 presentará las dos cosas típicas de un año electoral: Plata y Ruido. (…) La plata, por los acuerdos petroleros, y el ruido por la inhabilitación de la candidata favorita, un hecho del que se seguirá hablando por mucho tiempo, hasta que se logre una solución alternativa».

Julio Urribarrí, politólogo y profesor universitario, indica que la habilitación de partidarios opositores como María Corina Machado debe ser abordado de manera similar a la liberación de presos políticos.