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Iván Colmenares

Llovió a raudales y los municipios Sucre y Unda sufrieron las consecuencias de la arremetida de la naturaleza. Más de 11 familias quedaron sin viviendas y 18 con pérdidas parciales, para un total de 43 personas damnificadas y 81 afectadas en la zona de Montañita, Central, Mesa de Bucaral, Tarjeto, Potrerito y Barro Negro y una persona fallecida, cuando la tierra le cubrió la vivienda. Varias carreteras fueron destrozadas. 

La Operación Tun Tun del régimen estaba en su apogeo, como consecuencia de la paliza que se habían llevado su fatídico domingo 28 de julio. Sin embargo, el Alcalde de Sucre a quien lo agarró la tempestad en la zona afectada, le dio como siempre la cara al problema, a pesar de la enorme escasez de recursos, pero la solidaridad del pueblo biscucuyense, el trabajo de los equipos comunitarios y la colaboración de sus ciudadanos, enfrentaron la situación, porque el dolor no se amaina ante las grandes pérdidas materiales. 

Aún, los equipos de la Alcaldía, siguen trabajando con los habitantes de los sectores afectados, reparando las vías. No podía faltar la presencia del Gobernador, que es lo menos que puede hacer y además es su deber, por el tamaño de la calamidad. Se hizo presente con parte de su gabinete, sus cuarenta escoltas y grabando videos para Nicolás. 

Pasó por los lugares arrasados, ofreció ayuda que en su mayoría fue rechazada, incluso les decían que se fueran, pero él ya está acostumbrándose a eso. En la Quebrada Los Guiles, que desemboca en el Puente La Tembladora, sobre la que dicen ser encantada, comentó Cedeño que los “momoys”, quizás se refiere a algunos fantasmas, digo yo, estaban molestos porque no votaron por Maduro, a lo que un señor de edad, le respondió tajantemente “los momoys están molestos porque no muestran las actas”. Y Tivo salió raudo y veloz.

Convocó al equipo municipal y a los concejales a una reunión conjunta con el gobierno regional. Los anfitriones prestaron toda su colaboración a pesar de la andanada de insultos del mandatario regional, comenzando contra Alex Moreno, el joven director general del gobierno municipal a quien señalaba como terrorista y que debía estar preso. Por supuesto, por esa bocota procaz lanzó sapos y culebras contra Jóbito. Y sin pelos en la lengua y ninguna vergüenza, les propuso a los ediles que, ante la ausencia temporal de Villegas, designaran otro alcalde, que él encantado ayudaría con todo. Por supuesto, se estrelló con la solidaridad de quienes entienden que el proceso de cambio y la lucha por la libertad en territorio sucrense lo lidera, sin discusión alguna, esa enorme vocación de servicio y trabajo, el orgullo de Palo Alzado.

Sin embargo, repetía como disco rayado que habían ganado incuestionablemente las elecciones. Sí, en la Parroquia La Concepción por una pequeña diferencia y en creo que, en Santo Domingo, donde no dejaron entrar a nuestro testigo y se perdió 300 a 0. Y así, quien no.

Quizás uno deba entender a Cedeño porque en su meteórica carrera política, nunca había perdido una elección. Para concejal de la mano del Viejo Biscardi, luego con su movimiento Tivo apoyado por sectores del chavismo. Aspiró la Alcaldía de Agua Blanca y la ganó y después, Araure, aunque él quería Acarigua, pero como siempre los Torrealba se le atravesaron a pesar de la alianza que tenían contra Wilmar Castro. En el 2021, la Gobernación, aunque Calles había ganado su nominación, le sacaron el taburete y el guanareño se decidió por Tivo, quien triunfó no por méritos propios, sino por la división de la oposición, lección que aspiramos se haya aprendido para los retos que vienen. 

Entonces, debe tenerse consideración con el caído. La pela que se llevó fue muy grande y su primer cornetazo lo dieron los cuatro alcaldes a los que se las tiene jurada, inútilmente. Tiene el control del Legislativo, donde aprueba créditos adicionales sin informar cual será el destino de esos recursos, se siente jefe del Sebin, del DGCIM, de la DIP, de la Policía Nacional, del Seniat, de los milicianos y puede hacer su lista particular de “terroristas” Ya lleva 89 muchachos enviados a Caracas, sentenciados por jueces complacientes que aunque no aparezcan creen que sus nombres serán borrados de los expedientes, de quienes los torturaron y la víctima fatal, con la que se ensañaron lanzándola de la pasarela de la Avenida Bolívar de Guanare y que forman parte del historial de responsabilidad que está en las carpetas inmorales de la tortura y del cinismo.

Bueno, Tivo a ocuparse no solamente de lo que se ve, que es lo más fácil de la tragedia. Metele el pecho a la enorme cantidad de vías dañadas, para donde ni siquiera mandaste una máquina. Por lo menos, para que te ganes, aunque sea un saludo de alcabala.