Por José Luis Centeno S. (@jolcesal)
Incertidumbre política en Venezuela después de las elecciones presidenciales del 28J.
Al igual que en la física cuántica, donde el principio de incertidumbre de Heisenberg establece que no se puede determinar con precisión infinita tanto la posición como el momento de una partícula, en Venezuela la incertidumbre política después de las elecciones del 28J impide predecir con certeza absoluta cómo se desarrollarán los eventos.
En el contexto postelectoral venezolano, la “posición” se refiere a los resultados de las elecciones: quién ganó, quién perdió y qué fuerza política obtuvo el poder. Al igual que la posición de una partícula, los resultados electorales pueden parecer materia definida, con un factor político claramente ganador. Pero, la incertidumbre persiste debido a circunstancias sobrevenidas, dentro y fuera del país, que apuntan a esa “posición” desde diversos ángulos.
Asimismo, el “momento político” se relaciona con las decisiones y acciones que tomarán los líderes. Al igual que el momento de una partícula, las decisiones de los políticos pueden ser impredecibles y sorprendentes, asertivas o erráticas. Las negociaciones y los acuerdos pueden formarse, romperse o nunca darse, los líderes pueden cambiar de opinión y las políticas pueden oscilar entre extremos.
De vuelta a lo cuántico, las partículas subatómicas exhiben una dualidad onda-partícula: pueden comportarse como partículas puntuales o como ondas extendidas. De manera similar, la política en Venezuela exhibe una dualidad similar a la dualidad onda-partícula en la física cuántica, dependiendo de las circunstancias y máxime cuando las elecciones cambiaron el panorama político.
En línea con lo anterior, la política en Venezuela puede ser estable, como se observó durante el proceso electoral, donde hubo una participación masiva y un ambiente festivo, o volátil, con tensiones y protestas que pueden surgir en cualquier momento. Esta dualidad refleja cómo las percepciones sobre la estabilidad política pueden cambiar rápidamente, dependiendo de las acciones de los actores políticos y las reacciones de la ciudadanía.
La incertidumbre política es ineludible y se manifiesta en la formación de coaliciones, las negociaciones y las decisiones imprevistas. Al igual que en la física cuántica, donde no podemos conocer simultáneamente la posición y el momento de una partícula, en Venezuela, la incertidumbre impide que tengamos una visión clara del futuro político.
El principio de incertidumbre de Heisenberg es una analogía útil para comprender la incertidumbre política en Venezuela después de las elecciones de 28J. Esa incertidumbre postelectoral en Venezuela refleja la complejidad inherente a cualquier sistema político. Al igual que en la física cuántica, debemos aceptar que hay límites para nuestra capacidad de prever el futuro político con precisión absoluta.