El asueto de Semana Santa, una tradición arraigada en el corazón de los cristianos, en Venezuela, el dólar oficial propinado por el Banco Central de Venezuela (BCV) superó la barrera de los 80 bolívares, acumulando un incremento del 16% en lo que va de abril. Este aumento, que fija la tasa en 80,95 bolívares para el próximo lunes 21 de abril debido al feriado bancario, siembra incertidumbre y preocupación entre los ciudadanos de Guanare y el resto del estado, quienes ven cómo su ya limitado poder adquisitivo se erosiona aún más en un contexto económico persistentemente desafiante.
La cifra, anunciada la tarde del miércoles, revela un incremento de 11,18 bolívares en tan solo tres semanas, si se compara con la tasa de 69,77 bolívares con la que inició el mes de abril. Este incremento se produce en un momento crucial, justo cuando muchas familias se preparan para movilizarse, adquirir alimentos tradicionales de la época o simplemente enfrentar los gastos cotidianos durante los días de descanso.
«Uno ya no sabe qué hacer con este sueldo. Cada día alcanza para menos y ahora, con este aumento del dólar justo antes de Semana Santa, todo se pone más cuesta arriba. Uno quisiera mantener las tradiciones, comprar el pescado, los dulces, pero con estos precios…», comenta María Pérez, residente del centro de Guanare y madre de tres hijos, reflejando la angustia de muchos hogares en la región.
Mientras el dólar oficial experimenta esta escalada, el llamado «dólar paralelo» muestra una leve tendencia a la baja, culminando la jornada del miércoles Santo en 100,37 bolívares. Esta disparidad entre ambas tasas genera confusión y distorsiones en el mercado local, donde muchos comerciantes referencian sus precios al dólar no oficial.
Este nuevo aumento en la tasa oficial llega después de un mes de marzo calificado como «turbio» en materia inflacionaria. Según un estudio de la ONG Cedice Libertad, se registró un alza de precios de 28,2 % en bolívares y 3,66 % en dólares durante marzo de 2025, impulsado principalmente por el incremento del tipo de cambio.
El economista Oscar Torrealba, autor del inflaciómetro del OGP de Cedice, advierte que «la inflación de marzo responde en parte a un aumento considerable del tipo de cambio. El hecho de que la economía venezolana esté indexada al dólar hace que los precios se ajusten cada vez que sube el tipo de cambio».
Torrealba añade una perspectiva crítica sobre las políticas económicas implementadas: «La emisión de bolívares es una constante que genera severos efectos sobre el poder adquisitivo del venezolano. La solución a este problema (la alta inflación) no está en más intervenciones cambiarias, que serán siempre insuficientes en un contexto de continua emisión monetaria».
Para los habitantes de Guanare y el estado Portuguesa, este nuevo incremento del dólar oficial se traduce en una presión adicional sobre sus ya ajustados presupuestos, justo en un período donde tradicionalmente se incrementa el gasto. La interrogante que surge es cómo las familias podrán afrontar los costos de la Semana Santa y el impacto que esta nueva realidad cambiaria tendrá en la economía local durante las próximas semanas.